Foto: Yamina Del Real y ella misma como fantasma alrededor de mí. |
Yo no sé de qué están hechos los
fantasmas.
Sólo me consta que tú me tocas
me habitas y me acompañas
con toda la belleza de tu cuerpo,
desnuda dentro de mí
y a mi lado,
casi invisible .
Siento tu piel estremecerse
cuando un ligero viento entra al
cuarto
o leo un poema que me trastorna.
Hasta cuando busco en la biblioteca
las palabras que necesito con
urgencia,
sólo yo sé que tus piernas me las
deletrean,
y tus manos me dicen dónde.
Sé que tú ves más
y tocas y escuchas más allá
de lo que mi cuerpo alcanza
porque tu presencia
es más sutil y poderosa.
Esta hecha de deseo y entrega,
de soplo obstinado
y piel enamorada,
de luz que respira,
como los fantasmas.
Tu deseo me habita
y me acompaña,
me aconseja prisa o lentitud,
me da forma y ritmo
en los brazos,
en la boca,
en los ojos,
en todo lo que toco y pienso.
Tu deseo
se sienta sobre mi mesa
y al mismo tiempo mira
desde mis ojos cuando escribo.
Tu presencia enriquece mi mirada,
mis palabras, mis anhelos.
Y, si todo nos resulta favorable,
un día, un instante,
tu deseo se cruzará con el mío
en ese punto donde la luz
se cruza con la sombra
y se develan totalmente
los cuerpos desnudos
que se aman.
Y esa desnudez,
lo sabemos,
dice, canta, baila,
confirma
el acto de entregarse
plenamente
a la más grave
y festiva cercanía:
la de los cuerpos
desnudos e indisolubles
de las almas amigas y amantes:
la palpitación
extrema y sensual
de la intimidad
con los fantasmas.
Foto: Yamina Del Real y ella misma como fantasma alrededor de mí. |
3 comentarios:
Es todo un placer disfrutar de tu poética.
Un abrazo maestro
la magia de la palabra y la imagen, el poema y la fotografia hacen un perfecto complemento, eros me sugiere, me empuja...
Que hermoso poema, un placer disfrutar de ésto!
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