sábado, 27 de marzo de 2010

• LEER ES TOCAR AL MUNDO PIEL ADENTRO






Cuando una mano duda
entre dos libros,
arriba,
estrellas paralelas
se apagan 
y se encienden
indecisas.

Aquí abres una página,
allá un volcán dormido
se despierta.

Leer es activar
los ecos
del fondo sin fin
de los espejos
del universo
de las sutiles
fugaces
inesperadas
correspondencias.

Aquí y allá
La noche es piel adentro.
Y nuestras
constelaciones
brillan.

Una estrella fugaz 

y de golpe
olvido.
Otra,
o la misma,
y recuerdo.

Un corazón se agita

 y “la música del cuerpo” 
se convierte en misteriosa armonía
de las estrellas.

Mi aliento se corta ante la amada, 

cuando la leo.
Con las manos
Con los ojos,
Con la boca.

Cada cosa inventa

al asombro,
cuando amanece.

Letras nuevas nos pronuncian,
nos describen,
lentamente o de golpe,
de adentro hacia afuera.


Leer es sentir que tiembla.

Dejarse habitar
por la mano del mundo, 
donde una intimidad inesperada 
nos ata y nos lee
letra a letra.

Leer es renacer 
en otro cuerpo 
y otra vida.
Llevarla más allá 

de sus fronteras.
Descubrir que somos más 
de lo que el espejo nos dice.
Y menos también, 

porque todo se mueve,
todo ondula 
y cristaliza.

Descubrir que somos muchos
habitando la misma sombra.
Que el cuerpo obscuro

de cada letra 
puede llevarnos
de su sombra 
al claroscuro 
del asombro.

Que cuando me lees 
miro por tus ojos
y tú por los míos.

Que cuando se cierra un libro, 

lentamente,
todo en él escapa
y se multiplica.

Leer quema, 

irrita, 
enloquece.
Ilumina.


Quien escribe invoca al fuego, 

quien lee lo enciende.



1 comentario:

Lilyán de la Vega dijo...

Qué hermoso poema, Alberto. Y la versión experimental me deja girando las posibilidades!

Un saludo cordial y, como siempre, lleno de admiración.

Se disfrutan tanto tus letras!