De noche
hasta los uniformes
dan la espalda
a los edictos
y en los callejones
secan
sus trajines.
a los edictos
y en los callejones
secan
sus trajines.
Ahí incluso la luz,
en vez de ser consigna,
u orden inapelable
sabe ser caricia,
claroscuro,
poema quieto,
callado.
El bullicio
deja de rascar los cielos
y China
de pronto
casi en secreto
casi en secreto
es otra vez
sabiamente humana
en los rincones
que, por lo pronto,
se han salvado.
1 comentario:
Me encantó la segunda estrofa maestro, es un cuadro misterioso entre lúgubre y amaneciendo..
Llegué por facebook, saludos
Publicar un comentario