viernes, 14 de mayo de 2010

YO SIGO EN EL NUDO AQUEL





Atado a tu sonrisa,
teniéndote sin tenerte,
dentro de ti te busco.

Mis manos exploran,
minuciosas,
la profundidad
de todos tus poros.

Mis manos acarician
los bordes y los pliegues
de tu boca
y de verdad te beso
con tres dedos.

Mis manos te sostienen
en el aire,
como una nube.
Y se apodera de mí
la idea obstinada
de entrar y vivir
en ella.

Mis manos
tratan de aprender
a la velocidad del trueno
todos los lenguajes
de nube
de tu cuerpo.

Todas las compuertas
invisibles de tu piel
gritan,
mezclan todos los tiempos
y amenazas y promesas y recuerdos
me devoran.

Mis manos
ensalivadas
tocan lentamente a la puerta
que abres sonriendo
para invitarme
a conocer
tu sonrisa
desde adentro.

Mis manos
acomodan
las tres vértebras
que alineadas
se vuelven
cámara de ecos
de tu vagina:
látigo en el aire.

Mis manos
y mis brazos
y mis piernas
atan por fuera
lo que lentamente
atamos por dentro.
Sabemos que es ilusión
cualquier cosa,
aunque sea de viento,
que en ese instante
nos separe.
Que no hay lentitud más lenta
ni plenitud más absoluta
que el nudo amoroso
que tejimos.
Y que,
más que nudo
es torbellino
y no cesa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

wow!!! Me encanto me reencanto...Muy hermoso felicidades!!

Ana María - Penélope dijo...

Con mis dedos
toco el espacio en donde no estás
y sin embargo siento tu presencia
tu esencia
tu aliento quemante.
Sueño y quimera a la vez.
Lunita