domingo, 28 de marzo de 2010

• EN TU ESPALDA AL DESPERTAR


Las miradas y la luz te tocan
y yo desde la sombra
del tiempo y la distancia
adivino y sueño.

Las miradas y la luz
van paso a paso
anunciando mis besos
en tu cuello 
arriba abajo.

Las miradas iluminan
y la luz corre y vislumbra
en tu nuca tentadora
la humedad tenue 
de mi aliento.

Las miradas y la luz 
no saben irse
y yo tampoco
porque te miro
aún con los ojos
bien cerrados

2 comentarios:

Noelia dijo...

Alberto, ¡qué poemas! Qué final perfecto para este. Me encantó. Celebro el milagro de las letras en tu pluma. Te sigo.

Edgloris Marys dijo...

Alberto querido, hermoso poema, muy tuyo. Saludos desde Venezuela.